Efeméride 13 de septiembre de 2022

La guerra Civil en Euskadi: la ocupación de San Sebastián

Tal día como hoy, el 13 de septiembre de 1936, los últimos gudaris que quedaban en Donostia se vieron obligados a abandonar la ciudad ante el imparable avance de las tropas sublevadas.

Plano de la ocupación de Irun y San Sebastian. Plano de la ocupación de Irun y San Sebastian.

Junto a ellos, casi la mitad de la población -en torno a 40.000 personas- huyó hacia Bizkaia e Iparralde. Los que se quedaron pudieron comprobar que las palabras del  general Mola iban en serio: “Quien no esté con nosotros está contra nosotros y como enemigo será tratado".  Cerca de 400 personas fueron fusiladas. Y a ello, hay que sumar  los malos tratos, torturas, vejaciones, la prohibición del euskera, incautaciones de bienes muebles e inmuebles, multas, etc.

En los primeros días del mes de agosto, las tropas de Mola ya habían iniciado el ataque definitivo para la ocupación de Gipuzkoa. Aunque en un principio su intención era ocupar primero Donostia, los planes se modificaron y en lugar de avanzar directamente sobre la capital, los sublevados decidieron atacar primero Irun y cerrar así el paso de la frontera, por donde llegaban municiones para los gudaris y republicanos.

Irun caería el 5 de septiembre. La población civil, la Junta local y los milicianos huyeron de la ciudad bajo el fuego enemigo. En su huida los milicianos anarquistas prendieron fuego a sus calles principales, duramente castigadas ya por la artillería enemiga.

En su incontenible avance, los días 10, 11 y 12 las tropas de Mola ocuparon los fuertes de San Marcos, Txoritokieta y Santa Bárbara, dejando a San Sebastián prácticamente rodeada. Una reunión de su Junta de Defensa decidió su evacuación inmediata, a la que solo se opuso EAJ-PNV que decidió mantener un centenar de gudaris hasta el último momento para evitar saqueos y pillajes e impedir que volviera a ocurrir lo sucedido en Irun. La evacuación se realizó en perfecto orden y organización. El día 13, hacia las 17:00 horas, mientras los últimos gudaris que habían cuidado de la integridad de la ciudad embarcaban en el puerto, los requetés del Tercio de Artajona entraban en San Sebastian.