Nota de prensa 20 de julio de 2022

Renovar los discursos en torno al euskera, utilizando mensajes positivos y con la mirada puesta en las nuevas generaciones

Sabino Arana Fundazioa (SAF) y Euskaltzaindia han organizado hoy en Bilbao un seminario para debatir sobre las características y el futuro de la comunidad vascoparlante en 2030. Así, cuatro ponentes han analizado dichas características y los retos de futuro del euskera y de la comunidad lingüística.

Seminario: 2030eko euskaldun eleaniztasuna Seminario: 2030eko euskaldun eleaniztasuna

BILBAO (20/07/2022). Sabino Arana Fundazioa (SAF) y Euskaltzaindia han organizado hoy en Bilbao un seminario para per al vasco plurilingüe del año 2030. Así, la sede de SAF ha acogido cuatro conferencias a lo largo de la mañana.

La presidenta de Sabino Arana Fundazioa, Mireia Zarate, ha dado la bienvenida a ponentes y participantes en el seminario y ha expuesto las líneas maestras del mismo a través de varias preguntas: ¿qué deberíamos hacer para asegurar la permanencia futura del euskera en estos tiempos de transformación? ¿Cómo imaginamos a los hablantes de 2030? ¿Cómo esbozamos la comunidad vascoparlante del futuro? Por su parte, el presidente de Euskaltzaindia, Andrés Urrutia, ha recordado que la Academia tiene más de cien años, pero ha subrayado que mira hacia adelante y está dispuesta a reflexionar sobre los retos que se plantean en torno a nuestro idioma. “Nuestro futuro será plurilingüe, no cabe duda, y dentro de ese plurilingüismo debemos enmarcar y promover el euskera, utilizando, entre otros, los recursos que ya tenemos y que nos brindan las nuevas tecnologías”, ha puntualizado Urrutia.

Xabier Barandiaran, doctor en Sociología y docente universitario, ha ofrecido la primera ponencia. Barandiaran ha reflexionado, en primer lugar, sobre la influencia que tienen las transformaciones económicas, sociales y políticas que se están produciendo en Euskal Herria en los vascoparlantes y en la lengua, y las ha relacionado con la globalización: “los espacios económicos se han ampliado y Euskal Herria está obligada a ser competitiva en este campo de juego; la tecnología ha creado nuevos sistemas de relación para construir la realidad, y ha ofrecido la posibilidad de articular nuevos modelos de comunidad; el sistema de valores ha cambiado; los espacios de inclusión pública se han multiplicado; hay una nueva agenda política en ese ecosistema: la energía digital, la transformación de la energía....”. Dentro de este marco plural y complejo, ¿cómo debemos actuar en torno al euskera? Barandiaran ha destacado que el futuro del euskera pasa por mantener la capacidad del pueblo vasco por sostener y alimentar su condición de comunidad política: “pero para ello necesitamos una nueva estrategia y un nuevo modelo de gobernanza para el pueblo”. “Hace falta una nueva estrategia -ha puntualizado- y eso requiere amplios consensos. Tenemos que relacionar el euskera con ese nuevo mundo que ya nos rodea, y hacen falta estrategias que miren a largo plazo, pero veo que todavía estamos anclados en el corto plazo”.

El consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, ha desgranado los principales retos lingüísticos del Gobierno Vasco. Ha imaginado un viaje a 2030 y ha definido unas líneas maestras que hay que reforzar y tener en cuenta en este recorrido. El consejero se ha centrado en primer lugar en el contexto europeo: “se intuye que nuestra lengua franca será el inglés, y esto nos exige un trabajo doméstico: tenemos que reforzar la presencia del euskera en ese nuevo mundo”. Además, en palabras de Zupiria, el Estado español no va a ayudar mucho a las lenguas minoritarias: "Al Estado español no le preocupa el multilingüismo, no tiene mucho interés por otras lenguas, y no hace ningún esfuerzo en sus servicios para promocionar otras lenguas. Sólo se preocupa del castellano. Por ello, deberemos seguir dando pasos para buscar el reconocimiento del euskera y asegurar su presencia en la administración del Estado”. En este sentido, ha dicho que hay que seguir aprobando normas y leyes que garanticen el estatus del euskera.

Zupiria augura una Euskal Herria bilingüe -o plurilingüe- para 2030, y ha señalado que “tenemos que conseguir que las y los niños que nacen y se educan entre nosotros sean bilingües en nuestras dos lenguas oficiales, además de crear oportunidades para el uso de ambas lenguas. Además, tendremos que ponernos en el lugar de los jóvenes, analizar las motivaciones que les mueven, su pensamiento, y sacar nuestras propias conclusiones”. Por último, el consejero se ha dirigido a los partidos políticos vascos: “Cuando hablamos de la situación de la lengua vasca, deberíamos consensuar los discursos, utilizar palabras realistas, dar una idea real de la situación, pero rechazando discursos derrotistas”. También ha reconocido que “para seguir adelante vamos a necesitar nuevos acuerdos, incluso con los que piensan diferente”.

ADAPTAR DISCURSOS, APOSTAR POR IDEAS POSITIVAS

El consejero de Educación del Gobierno Vasco, Jokin Bildarratz, ha comenzado su intervención desgranando varios datos positivos del ámbito de la Educación. “Los datos dicen que nuestros jóvenes están bien preparados, que saben mucho más de lo que las generaciones anteriores sabían en su época. Las nuevas generaciones están mejor preparadas que nosotros. Además, las familias vascas han apostado claramente por el modelo D. Es cierto que el descenso de la natalidad es notable en la CAPV, pero debemos aprovechar esta realidad para aumentar la calidad de nuestra educación. Además, esta tendencia cambiará en 2036, año en el que se incrementará en un 7% el número de alumnos y alumnas, y la mayoría serán hijos e hijas de inmigrantes”. Además, ha puesto de manifiesto un último dato positivo: la percepción de la sociedad en torno a la educación en euskera es buena: “la gente agradece mucho el esfuerzo realizado desde las instituciones, y creemos que eso es importante”.

Tras los datos positivos, Bildarratz se ha fijado en los retos que se han de abordar en el futuro. “Pronto, para muchos alumnos el euskera será la segunda o la tercera lengua, pero también para muchos docentes. Por tanto, hay que repensar los principios pedagógicos del profesorado, poner en marcha nuevas fórmulas metodológicas, y en ello estamos,, porque las transformaciones pedagógicas que se están llevando a cabo en los centros son enormes”.

Bildarratz se ha referido a los beneficios que traerá la futura Ley de Educación. El 7 de abril se acordaron y establecieron en el Parlamento Vasco las bases de la futura Ley de Educación. Respecto a dicha iniciativa, el consejero ha señalado que “en el futuro, cada centro tendrá que responder a una realidad diferente, porque enseñar en un barrio de Vitoria o en Ataun no es lo mismo, porque la situación lingüística es completamente diferente”. “Todos pueden desarrollar el modelo D, pero cada centro deberá responder a una realidad diferente. Y esta ley contribuirá a ello, es decir, a la relación de un centro empoderado con su entorno”. “Necesitamos proyectos lingüísticos sólidos -ha concluido Bildarratz-, tenemos que reforzar las competencias del profesorado, tanto lingüísticas como pedagógicas. Son muchos los retos que debemos afrontar, pero no tengo ninguna duda de que sabremos responder a todos ellos”.

Por último, Elixabete Larrinaga, doctora en Ciencias Políticas y de la Administración y docente universitaria, ha analizado las prioridades de la acción social euskaldun. Ha recordado que la Ley del Euskera cumple 40 años en 2022, y a su vez ha dicho que desde 1982 -fecha en la que se aprobó la Ley- hasta hoy se ha producido una profunda transformación en la sociedad vasca, al tiempo que ha reconocido que los perfiles, retos y necesidades de los vascoparlantes han cambiado. A continuación, Larrinaga se ha centrado en el porvenir: “Es sabido que la acción social euskaldun ha realizado un ingente trabajo de revitalización lingüística, pero ahora, para seguir actuando con eficacia, esta acción social debe adaptarse a las condiciones y características del nuevo contexto y establecer prioridades”. Larrinaga advierte que se trata de una tarea urgente y entre sus prioridades ha querido destacar “la renovación del discurso en torno al euskera”, donde habría que manejar “ideas más positivas”.