Nota de prensa 15 December 2022

Ley del euskera: una herramienta util, pero no definitiva

  •  Sabino Arana Fundazioa (SAF) y Euskaltzaindia han organizado en Bilbao un seminario para reflexionar sobre la Ley del Euskera, aprobada hace 40 años.
  • En la intensa jornada se han analizado las oportunidades que nos ha brindado la Ley del Euskera en las últimas cuatro décadas, tratando de identificar también los retos de futuro.
Mireia Zarate, Bingen Zupiria y Andres Urrutia. Mireia Zarate, Bingen Zupiria y Andres Urrutia.

BILBAO (15-12-2022). Hoy ha tenido lugar en Bilbao un seminario organizado por la Fundación Sabino Arana y la Academia de la Lengua Vasca - Euskaltzaindia. El 24 de noviembre se cumplieron 40 años de la publicación de la Ley del Euskera en el Boletín Oficial del País Vasco. En las últimas cuatro décadas, la Ley del Euskera ha sido clave a la hora de fomentar el euskera, tanto en el ámbito público como en el privado. Así, en la jornada de hoy se ha reflexionado sobre las aportaciones de la Ley y los canales abiertos por la misma, así como sobre la situación actual de los territorios en los que el euskera tiene una oficialidad restringida o no.

            La presidenta de la Fundación Sabino Arana, Mireia Zarate, ha dado la bienvenida a los invitados y a las invitadas al seminario y ha destacado la importancia de la jornada, ya que la Ley ha sido analizada desde la perspectiva de todos los territorios del euskera, no solo de la CAV.

            El consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, ha sido el encargado de abrir el turno de intervenciones y ha realizado un análisis breve y contundente de la Ley del Euskera, pero asomado a la perspectiva de la ciudadanía. Zupiria ha señalado que, al amparo de la Ley, “se ha ampliado el acceso de los ciudadanos a los servicios en euskera”, pero no sólo eso, ya que los contenidos de la Ley “han tenido un gran desarrollo a través de las leyes y normas posteriores”. En este sentido, ha señalado que el estatus del euskera se ha reforzado de forma notable a través de la Ley Municipal y de las disposiciones y decretos aprobados en diferentes ámbitos. Y ha señalado que, junto a la Ley del Euskera, la consolidación y difusión de la lengua estándar también ha contribuido a la normalización: “Se ha perfeccionado el modelo estándar vasco, porque la normalización del euskera ha dado un paso significativo en los 40 años tanto en diccionarios, como en gramática, onomástica, etc. Todo esto también ha contribuido a la normalización de nuestra lengua”. Zupiria ha recordado los “notables avances” que se han vivido en la Administración vasca y en el sector educativo desde 1982, pero ha advertido que "la Ley del Euskera es un instrumento, no un objetivo en sí”.

            En su intervención, el presidente de Euskaltzaindia, Andrés Urrutia, ha desgranado las consecuencias que la Ley ha supuesto para la normalización del euskera, pero ha matizado que en el ámbito del derecho lingüístico y del lenguaje jurídico el desarrollo ha sido enorme. No obstante, Urrutia ha señalado que las posibilidades que ofrece la Ley “deben establecerse en todos los ámbitos, también en la práctica diaria, en todos los momentos de nuestra vida, en casa, en el trabajo, y en la calle”.

            Juanjo Álvarez, jurista y profesor de la UPV/EHU, ha abordado la idea central de que el Derecho Europeo (Tratado de Lisboa) otorga una gran fuerza al objetivo de proteger y promover el patrimonio cultural y lingüístico de la Unión Europea en todos sus aspectos, ya que la diversidad lingüística y cultural es uno de los principios fundamentales de la Unión, recogido en el artículo 22 de la Carta de Derechos Fundamentales ("La Unión respeta la diversidad cultural, religiosa y lingüística").

            “Todas las lenguas europeas son iguales en valor y dignidad -ha dicho Álvarez-, forman parte de sus culturas y civilizaciones y contribuyen al enriquecimiento de la humanidad. La pluralidad lingüística se reconoce como un derecho de lal ciudadanía, lo que significa que intentar establecer la exclusividad de una lengua supone una merma y una vulneración de los valores fundamentales de la Unión”. Por ello, “las lenguas minoritarias deben considerarse parte del patrimonio cultural europeo”, ha insistido Álvarez. El jurista ha recordado que el concepto de diversidad lingüística de la Unión Europea engloba “no sólo las lenguas oficiales, sino también las lenguas cooficiales, las lenguas regionales y las lenguas no reconocidas oficialmente en los Estados miembros”. Pero el jurista ha reconocido que la Unión Europea incurre en numerosas contradicciones en el ámbito de las lenguas minoritarias, debido a las dificultades que a menudo tiene para cumplir sus propios preceptos y leyes.

            La abogada y académica correspondiente de Euskaltzaindia, Elixabete Piñol, ha recordado la génesis de la Ley del Euskera, reconociendo que abrió nuevos espacios para su uso jurídico: “En 1982 se debía abordar la recogida en el ordenamiento legal de los derechos de los ciudadanos vascos en materia lingüística, y así se aprobó la Ley del Euskera”. Pero ha reconocido también que han pasado 40 años y “no se ha normalizado el uso del euskera; hoy en día nuestra lengua es minorizada”.

            La abogada ha denunciado los obstáculos que tiene que superar un jurista o una jurista para trabajar en euskera: "Desconocemos las herramientas disponibles y los continuos cambios legislativos aprobados por las Cortes españolas y la Unión Europea no ayudan; la dificultad del vocabulario jurídico tampoco ayuda; y, por supuesto, la escasa presencia del euskera en la Administración de Justicia y las últimas sentencias en contra del euskera, tampoco". “¿Cómo podríamos abrir espacios para el uso jurídico del euskera?”, se pregunta Piñol. Ella misma da la respuesta: “Enriqueciendo el diccionario jurídico; siguiendo con iniciativas y proyectos para fomentar el uso del euskera en los juzgados; ampliando el corpus disponible; actualizando toda la legislación; todo ello con el apoyo de los agentes sociales y de toda la sociedad, claro está”.

            El jurista y académico correspondiente Gotzon Lobera ha pronunciado un discurso tan mordaz como riguroso. En primer lugar, ha subrayado que la Ley del Euskera “ha otorgado en la Comunidad Autónoma del País Vasco protección jurídica para el respeto de los derechos lingüísticos de los vascoparlantes en todos los ámbitos sociales”. Y ha insistido en esta idea: “si no hubiera sido por la Ley 10/1982, no habría sido posible proteger los derechos lingüísticos de los ciudadanos de la CAV en todos los ámbitos de su vida cotidiana”. Pero Lobera también ha mostrado su preocupación porque la realidad demuestra “que todavía hay retos y dificultades que afrontar”, y, al margen de lo que puedan hacer las instituciones, ha hablado de lo que podemos hacer los hablantes: "En la calle es muy importante que hablemos primero en euskera, sin vergüenza, porque tenemos todo el derecho a hacerlo”.

NECESIDADES DE LAS PERSONAS CONSUMIDORAS Y SITUACIÓN ESPECIAL DE NAVARRA

            La doctora en Derecho y miembro correspondiente de Euskaltzaindia, Eba Gaminde, se ha centrado en el ámbito socioeconómico, es decir, en la incidencia que la Ley del Euskera ha tenido en el ámbito de los derechos lingüísticos de las personas consumidoras. Y se ha centrado en el apoyo que recibieron los vascoparlantes con esta Ley. En primer lugar, ha recordado que llegó la regulación de los derechos lingüísticos de las personas consumidoras. Después, Gaminde ha analizado el grado de cumplimiento de dicha regulación. Y por último, ha querido identificar los retos del futuro y los avances que han de darse si se quiere lograr una normalización real en el uso del euskera: “Entre los retos, yo destacaría dos: por un lado, encontrar la clave para aumentar el grado de cumplimiento de la regulación y, por tanto, garantizar efectivamente los derechos lingüísticos de las personas consumidoras y, por otro, lograr la activación tanto de las personas empresarias y prestadoras de servicios como de las propias personas consumidoras”.

            El abogado y presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, ha analizado en su intervención la Ley Foral del Euskera de Navarra. Hualde se ha referido en primer lugar al nombre de la Ley, que fue aprobada hace 36 años con el nombre de Ley Foral del Vascuence, y que fue modificada hace cinco años con el nombre de Ley Foral del Euskera. “Esta misma cuestión refleja bastante bien la situación que ha vivido y vive el euskera en Navarra”, ha dicho. Hay que recordar que la citada Ley establece que el castellano es la lengua oficial de Navarra, y que, de paso, el euskera también tendrá carácter de lengua oficial en las zonas vascoparlantes del territorio: de ahí la zonificación, es decir, la división lingüística de Navarra (zona vascófona, mixta y castellana, cada una con sus normas y achaques).

            Hualde ha reconocido que en Navarra siempre hay problemas para buscar consensos en torno al euskera, y ha desgranado todos los cambios experimentados en los últimos años por la Ley de 1986, incluida la modificación de 2017 (en este último cambio se hace un reconocimiento al euskera, afirmando que la lengua navarra es singular, autóctona, y que hay que fomentar su recuperación). Pero Hualde también denuncia que en la aplicación de la Ley Foral del Euskera se ha producido una interpretación restrictiva de la zonificación: “A pesar de que en la normativa de desarrollo de la Ley se reconoce el derecho a los ciudadanos de la zona vascófona en los servicios centrales de la Administración Foral (hospitales, hacienda, etc), en la práctica y en las interpretaciones judiciales prevalecen los criterios de la administración del área mixta”. Y ha añadido que la zonificación lingüística de 1986 no se corresponde con la realidad y evolución sociolingüística de Navarra: “Ni siquiera cuando se creó estuvo basada en un criterio científico o sociolingüístico”.

            Mientras se aprueba un marco jurídico adecuado que proporcione seguridad jurídica a los euskaldunes, Hualde ha reconocido la importancia de desarrollar políticas lingüísticas adecuadas y consensuadas, para lo cual es necesario “una Política Lingüística planificada”. Por último, ha querido esbozar algunos retos de futuro: “Tenemos que seguir tejiendo consensos entre diferentes, porque ese es el camino para sacar al euskera del conflicto partidista; debemos seguir en la dirección de garantizar los derechos de toda la ciudadanía, y debemos socializar el fomento del euskera y los valores positivos, teniendo en cuenta el derecho de elección y la voluntariedad de la ciudadanía; y, por último, todos deberíamos hacer una revisión profunda de los discursos y actitudes en torno al euskera en Navarra, sobre todo en lo que se llama zona no vascófona”.

            Eneritz Zabaleta, doctor en Derecho y docente, ha sido el encargado de cerrar el seminario. Zabaleta ha recordado que el estatus legal del euskera en Ipar Euskal Herria es reflejo del choque entre el derecho y la voluntad civil y política: "El euskera se enfrenta a un estatus jurídico que se ha conformado con el objetivo de preservar la hegemonía del francés. Carece de oficialidad y está condenado a un lugar marginal en el ámbito público por la Constitución y la legislación”. Pero ha señalado que en los últimos años, “gracias al trabajo de la sociedad civil vasca”, se ha creado un movimiento sólido a favor de su revitalización: “La continuidad de este movimiento viene dada por las políticas públicas que se aplican a favor del euskera; el euskera ha de sobrevivir al choque permanente entre esas dos lógicas diferentes: la rígida de la ley, y la fuerza del empuje a su favor”. Y Zabaleta ha concluido diciendo que nuestro idioma “tendrá que aprender a nadar entre ambas fuerzas, si quiere sobrevivir en el futuro”.